Ana Lafferranderie: “Lo que se considera poético no siempre es algo que genera poesía. (...) hay todo un hacer que produce algo que se toma como cara visible de la poesía y que aplana y minimiza las posibilidades de lo poético.” 

02.07.2020


Muchos poetas suelen tener una imagen poética primera. Algo así como el primer recuerdo relacionado con la poesía, un escenario poético, una visión... De tenerla, ¿cuál es la tuya?

Mi mirada detenida. El detenimiento. Entrar en otra temporalidad. Tener ocho o diez años y quedarme mirando por la ventana ese conjunto dinámico de personas y coches pasando, hojas caídas en la vereda. O la noche en el balcón y las estrellas ahí arriba, latiendo.

-Cómo fue el proceso de escritura de tu primer libro. Publicaste poemas en revistas previamente, cómo lo financiaste.

Publiqué por primera vez un poema en una revista infantil montevideana, cuando tenía 9 ó 10 años. Luego poemas y cuentos en antologías colectivas y algunas revistas en Buenos Aires, donde vivo desde hace 30 años. Mi primer libro se publicó en la editorial de unas amigas, en una colección preciosa. Las condiciones ya no las recuerdo bien, aunque me facilitaron el poder hacerlo. Pero, en cualquier caso, no es fácil acceder a primeras publicaciones en Argentina y, en general, hay que costearlas.

-¿Qué opinas de los concursos de poesía? ¿Participas de ellos? ¿Crees que es esencial para hacer lo que llaman una "carrera poética"?

Los concursos ayudan a que un libro se haga más visible, y te dan algo de dinero para publicar y seguir escribiendo. En ese sentido, en países como Argentina y Uruguay, tienen valor. Yo he participado de concursos por eso, y tuve la suerte de obtener hace varios años el premio del Fondo Nacional de las Artes de Argentina. Te da alegría si te toca el premio, por supuesto. Pero la legitimación que brindan los concursos es relativa. Los mecanismos de legitimación de los poetas y escritores siempre son un poco arbitrarios. Cuando la poesía es buena, habla por sí misma sin necesitar el respaldo de un premio.

-En términos generales, desde la segunda mitad del siglo veinte la gran influencia de la poesía latinoamericana se desplazó de la poesía española hacia los clásicos del idioma inglés (Eliot, Pound, otros). ¿Cuáles crees que son las influencias actuales?

Sí, son movimientos. Creo que hay que sustraerse de esas corrientes y hacer el propio mapa de lecturas, buscando allí donde no está puesta la linterna, para encontrar más. En mi caso, la influencia de la poesía norteamericana ha venido más de la mano de las poetas mujeres, que son tantas y todas geniales, que de Eliot y Pound a quienes también he leído, por supuesto.

-Cuáles son para ti los poetas vivos más importantes de tu país y por qué?

En Argentina, país en el que vivo, hay muchísimos y muchísimas excelentes poetas. No sé si podría hablar de poetas importantes y, en cualquier caso, habría que ver qué otorga esa importancia para uno y en general. Pero sí puedo definirlos como excelentes poetas, maestros y maestras. Hay una gran diversidad en las voces de las distintas generaciones de poetas vivos en Argentina y mucha riqueza que fuera del país en general no se conoce. Ahora me viene a la cabeza Alberto Szpunberg. Gran poeta. Su libro La academia de Piatock es uno de los mejores de la poesía argentina de las últimas décadas, y su obra es consistente, con una utilización de gran diversidad de recursos. Un profundo lirismo que puede articular con el discurso marxista o con salmos, siempre con verdad y solvencia. Y también nombraría a Teuco Castilla, poeta brillante nacido en Salta, al norte de argentina, tan prolífico, con una voz muy personal e inconfundible; escucharlo leer sus poemas es todo un viaje de la emoción. Aparte de eso, en Argentina hay poetas mujeres de todas las generaciones que son muy poderosas. Si pensamos en las que tienen entre 30 y 50 años, por ejemplo, hay poetas muy buenas e interesantes de conocer. Y no hablo de una, son muchas a lo largo de todo el país. Te nombro solo algunas como señuelos para que busquen: Claudia Masin, Soledad Castresana, Carina Sedevich, Julia Magistratti, Elena Annibali.

-¿Qué opinas de las opciones poéticas metaescriturales, digamos poesía sonora, poesía visual, etc.?

Todos los vehículos y soportes me parecen válidos, así como la convivencia de lenguajes. Todo me interesa si está hecho de manera genuina y personal. Me interesa menos cuando se lleva adelante como una moda con sus propias lógicas que se repiten entrando en un molde.

-En tu opinión cuál es la relación entre el poeta y el ejercicio de la crítica literaria. ¿Crees que la mirada crítica es importante para el poeta de hoy?

Creo que la mirada crítica hacia la propia obra y hacia otras obras es muy importante, como en todo hacer. Me refiero a la crítica que ilumina, permite entrar en un universo poético y literario, encontrar sus claves de lectura, aprender de las herramientas y recursos que se ponen en juego, subrayar su valor singular y para la época, ampliar los sentidos que rodean un texto.

-Internet ha propiciado o, por lo menos, ha revelado una difusión y práctica inusitada de la poesía. Cada vez hay más poetas en todos lados y ya casi se pierde en el relativismo el ejercicio poético. ¿Crees que no se puede decir a nadie que no es poeta o consideras necesario establecer un rasero, un parámetro?

La poesía está ahí al alcance de todos, es una posibilidad de nuestra percepción, de nuestra experiencia. Y siempre me parece algo a propiciar: que cada persona conecte con esa dimensión poética de su experiencia vital. No tengo dudas que si nos educaran para eso, nuestras vidas y el mundo que habitamos serían mejores.

Otra cosa es el "ser poeta", que daría para una charla larga que nos permitiera pensar y precisar qué es ser poeta y por dónde pasa. Lo que sí puedo decirte es que lo que se considera poético no siempre es algo que genera poesía. Creo que hay todo un hacer (muy válido) que produce algo que se toma como cara visible de la poesía y que aplana y minimiza las posibilidades de lo poético. Va limitando la idea de lo que puede ser un poema. Y entre eso y la imagen algo arcaica de la poesía como género (que muchas veces frena el acercamiento a su conocimiento y ejercicio), los poemas que sin ser necesariamente complejos ponen luz sobre otras zonas de la realidad, subvierten el lenguaje, tienen ese poder de desarticularnos, transformar nuestro pensamiento, abrir nuestra mirada y nuestra sensorialidad, etc. (a los que yo como lectora tanto les agradezco, porque me alimentan) quedan perdidos, como algo accesible a pocos. Es un dilema de siempre con la poesía, probablemente insalvable en algún sentido, quizás acentuado hoy por esta realidad que vos bien remarcás.

-¿Cuánto tiempo dedicas a la escritura y a la lectura? ¿Los practicas diariamente o te sometes a los dictados de la inspiración?

Son parte de mi hacer; imagino que con relación a otras personas, quizás sea bastante tiempo el que les dedico. Pero yo siempre siento que es menos tiempo del que quisiera y que ese tiempo está interferido por las demandas que me imponen la vida laboral y hogareña. Creo que hay algo reñido entre el tiempo que se dedica a las actividades de la subsistencia y de lo creativo; y eso puede ser, por períodos, frustrante. En cuanto a cotidiano o inspiración: siempre me manejé más por el impulso, escribir cuando esa voz empieza a sonar en mí, cuando "me viene" una frase, una música, una palabra. Pero en los últimos años comencé a probar y experimentar los beneficios de construir cierta regularidad, de ponerse en posición, porque, de otro modo, por etapas, ese espacio para lo creativo se me desdibuja. Y eso me empieza a afectar negativamente en muchos sentidos.

-Explícanos algunos detalles sobre tu proceso creativo. ¿Escribes a mano o de frente en computadora? ¿Cómo surgen los poemas en ti, empiezan con el primer verso, con una imagen, un tema específico?

Escribo de las dos maneras, según el momento y la situación. Si voy a hacerlo dándome ese tiempo-espacio, escribo a mano, en un cuaderno. Si me agarra por ahí, si me viene esa voz, esa frase, esa música con algunas palabras que hay que registrar antes de que se pierdan y tengo la computadora, lo vuelco ahí, o en el celular. En lo que sea.

-Si quieres puedes compartir un poema inédito.


Repliegue

La deriva a lo íntimo, el coro del momento

la plenitud de taza en el mantel

el aire detenido de la casa, nos protegen

¿de qué?

¿de un dominio avalado?

¿de la mentira al ritmo del capital?

¿de un adormecimiento que es paisaje y del desprecio

de esa luna de sangre

que sucede ahora mismo en el ventanal?

¿Reparan el arrojo que se doma en los templos?

¿la tristeza de tus ojos quietos

cuando recuerdo las luciérnagas que encendían

tu cara ayer?

¿Qué otra cosa podríamos hacer?

Copiar el modo inmediato de los perros,

mirar los girasoles sin nada que cumplir.

Desalojar la ansiedad que da el miedo, la palabra "futuro"

la creencia en un juego que espera en un avión.

Este poema no es muy diferente de aquel

dinosaurio celeste

pintado en la fachada de una comisaría. 

vico - Blog crítico
Todos los derechos reservados 2019
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar