Benito del Pliego:"(Los concursos) la mayor parte de las veces sirven para destacar escrituras mediocres, desplazar aún más las búsquedas más arriesgadas y apoyar con fondos públicos intereses privados." 

28.05.2020

CICLO DE ENTREVISTAS "CUARENTENA POÉTICA"

Por Víctor Coral.


-Muchos poetas suelen tener una imagen poética primera. Algo así como el primer recuerdo relacionado con la poesía, un escenario poético, una visión... De tenerla, ¿cuál es la tuya?

El sueño, la visión fue -de algún modo sigue siendo- la posibilidad de hacer de la poesía un catalizador de un cambio cualitativo: un gatillo que dispare lo mejor, lo más, sin represión ni simplificaciones.

-Cómo fue el proceso de escritura de tu primer libro. Publicaste poemas en revistas previamente, cómo lo financiaste.

La pulsión escritora me acompañó desde siempre. Pero la socialización de ese impulso fue decisiva para reunir y hacer públicos los textos que aparecieron en mi primer libro —Fisiones. Madrid: Delta 9, 1997. Aquel libro se articuló (su escritura y su edición) como un intenso diálogo poético y vital con un grupo de amigos. Su poética se miraba en el mito de las vanguardias para rearticular lo que la educación formal decía que era la escritura poética.

-¿Qué opinas de los concursos de poesía? ¿Participas de ellos? ¿Crees que es esencial para hacer lo que llaman una "carrera poética"?

Los concursos de poesía son una plataforma que, en lo práctico, pueden ayudar a algunos a encontrar un espacio público y a conseguir algún tipo de remuneración económica. Pero la mayor parte de las veces sirven para destacar escrituras mediocres, desplazar aún más las búsquedas más arriesgadas y apoyar con fondos públicos intereses privados. Me temo.

-En términos generales, desde la segunda mitad del siglo veinte la gran influencia de la poesía latinoamericana se desplazó de la poesía española hacia los clásicos del idioma inglés (Eliot, Pound, otros). ¿Cuáles crees que son las influencias actuales?

La influencia anglosajona (y más en concreto estadounidense) ha sido generalizada en todos los ámbitos de la cultura desde mediados del XX. También en poesía y creo que, así como afirmación generalizada sin más matices, este polo de influencia sigue siendo muy importante. Pero la poesía (y la situación de la sociedad) estadounidense se ha transformado notablemente desde entonces y ni siquiera estoy seguro de que podamos seguir hablando en los mismos términos de cómo se generan (o se imponen) las corrientes de influencia. Además, no sé si estas generalizaciones nos ayudan a nada que no sea mantener explicaciones fundamentalmente desconectadas de la experiencia de quienes crean. Esta, creo, es más interesante e incluye multitud de vías y fórmulas divergentes. Ahí, sí.

-Cuáles son para ti los poetas vivos más importantes de tu país y por qué?

Uff! Procesar los términos de la pregunta me cuesta bastante trabajo: ¿Mi país? Me muevo entre varios y me interesa especialmente lo que cuestiona las espectativas nacionales. Prefiero lo desplazado, lo difícil de ubicar... Los poetas vivos más importantes... ¿respecto a qué criterios? No sé cómo manejarme en estos términos... La mera diferenciación entre poetas vivos y muertos tiene una importancia limitada para el lugar desde el que contesto. Puedo hablar de algunas personas, muy reconocidas, al menos en ciertos ámbitos de la poesía, y que aún están escribiendo: Antonio Gamoneda, Eduardo Milán, Cecilia Vicuña, Raúl Zurita, Charles Bernstein, José Kózer, Michael McClure (que acaba de dejarnos)... Puedo hablar de otros, quizás con menos reconocimiento público y que personalmente considero, en algún aspecto, como figuras magistrales: Isel Rivero, Roger Santiváñez, Reynaldo Jiménez, Luz Pichel, Miguel Casado, Mario Montalbetti... pero aquí tendría que hacer un largísimo etc... de coetáneos que están haciendo obras extraordinariamente sugerentes... Yo hoy daría mi Nobel de literatura a Lorenzo García Vega, que ni está vivo -aunque esté muy lejos de estar muerto-, ni se consideró del todo poeta, pero con el que comparto un lugar que no nos pertenecerá a ninguno de los dos (Estados Unidos).

-¿Qué opinas de las opciones poéticas metaescriturales, digamos poesía sonora, poesía visual, etc?

Aunque en algún momento estas etiquetas pueden habernos ayudado a pensar y a explorar la poesía, me parece que tratar de delimitar con ellas las manifestaciones que se desvían del autocomplaciente centro, es una especie de eugenesia poética. En la práctica creativa hay que deshacerse de esas fajas mentales y abrirse a un ejercicio liberatorio. Teóricamente, hoy en día, tampoco son productivas; creo.

-En tu opinión cuál es la relación entre el poeta y el ejercicio de la crítica literaria. ¿Crees que la mirada crítica es importante para el poeta de hoy?

De hecho creo que no hay (buen) poeta sin capacidad crítica, aunque esto no sea todo. Pero si hablamos de poetas con capacidad de pensar la poesía, más allá del ejercicio propio... también aquí veo notables poetas-pensadores como, por citar algunos que tengo ahora en mente, Eduardo Milán, Mario Montalbetti, Miguel Casado, Chantal Maillard, María Salgado...

-Internet ha propiciado o, por lo menos, ha revelado una difusión y práctica inusitada de la poesía. Cada vez hay más poetas en todos lados y ya casi se pierde en el relativismo el ejercicio poético. ¿Crees que no se puede decir a nadie que no es poeta o consideras necesario establecer un rasero, un parámetro?

Hay más poetas porque hay más gente —siete mil millones y medio, aprox.—y más gente con la capacidad de leer y escribir. La poesía no tiene copyright. Me parece fabuloso que la gente cree. Eso no quiere decir que haya que aplaudir —publicar o leer— todo lo que se escribe. Ahí es donde entre en juego la capacidad de discernir. Es una apuesta. Porque efectivamente no todo vale. La mayor parte vale bien poco. Lo que más me sorprende es que los criterios con los que se valora la poesía sean contrarios al valor poético; o sea, me sorprende que se valore la poesía que dice lo que ya se ha dicho, como ya se ha dicho y a mayor gloria de quien lo dice. La poesía debe descubrir, debe transformar, debe salir de sí.

-¿Cuánto tiempo dedicas a la escritura y a la lectura? ¿Los practicas diariamente o te sometes a los dictados de la inspiración?

Bueno, depende. Leo cuanto puedo pero no solo poesía y escribo bastante, aunque la mayor parte de esa escritura no sea poética. No quiero disociar completamente la escritura de, por ejemplo, un correo electrónico y un poema... Pero ni la lectura de poesía ni su escritura depende solo de la duración cotidiana de la actividad. Poesía e intensidad son buenas compañeras.

-Explícanos algunos detalles sobre tu proceso creativo. ¿Escribes a mano o de frente en computadora? ¿Cómo surgen los poemas en ti, empiezan con el primer verso, con una imagen, un tema específico?

Me interesa establecer prácticas específicas de escritura que de algún modo la ritualicen y después ir desarrollandolas, explorándolas hasta que pierden interés o sentido. Me interesa, por ejemplo, explorar soportes relacionados con actividades cotidianas: agendas, correos electrónicos... En los últimos proyectos que he ido avanzando, utilizo una dirección de correo electrónico como repositorio de los textos que voy generando. En el inédito que comparto abajo verán que hay una especie de imposición de un pie o métrica que se sobrepone a un flujo -a veces a una tira de escritura procedente de un documentos sin ninguna intención poética previa- para explorar cómo el corte genera otros espacios, otra lengua tartamunda, pixelada, aparentemente plana y sin embargo...



de: benitodelpliego@gmail.com

para: unpoemaesparasiempre@gmail.com

fecha: 18 may. 2015 9:20

asunto: aquella esfera de luz e

aquella esfera de luz e

ran dos dos bálsamos dos de

luz dos fuentes de pasión el

evándose ante el cielo di

spuestos a comerse mis

ojos y mi boca si me hu

biesen devorado a mí lo hub

iese preferido aquella os

curidad que iluminaron

aquel mediodía que se

multiplicó lo encubier

to al descubierto cuidados

como ajuar como cachorros

de dios como en el paño que en

vuelve las arras la arrasé

mi dolor me arrasará

me traicionarán también

una vez por cada seno obs

ceno fue no saber amar

pero supe amar me conso

ló me consolaron me ayu

daron a dormir a mere

cerme a mirarme en aquel es

pejo de sabor en aquel

perfume pespunteado ven

métete aquí aún me gusta

ría escuchar su voz el so

nido de esas sedas pero

los sedantes los senderos

que nos separaron ya ni ha

blar como si una no le hablas

e a la otra y no nos volve

remos a encontrar también a

quello se acabó cuánto des

perdicio cuánta miseria

basta ya deja de sufrir

por lo que fue respira des

pierta despierta al hoy ahora

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