Bernardo Rafael Álvarez: “Se fastidian por la profusión de poetas en las redes sociales; se indignan porque estos poetas están a la caza de los "likes", o se conviertan algunos de ellos en "influencers". Yo no le encuentro ningún problema”
CICLO DE ENTREVISTAS "CUARENTENA POÉTICA"
Por Víctor Coral.
-Muchos poetas suelen tener una imagen poética primera. Algo así como el primer recuerdo relacionado con la poesía, un escenario poético, una visión... De tenerla, ¿cuál es la tuya?
Sí, es cierto. Hay una imagen poética primera. Lo que yo recuerdo es cuando escribí mi primer poema. Tenía once o doce años, en la primaria. Emocionado, como todos los niños de entonces, por lo que nuestros mayores nos hablaban acerca del heroísmo de Andrés Gavancho, fusilado en mi pueblo por los invasores del sur, el año 1883, escribí una suerte de homenaje en verso que enseguida mostré a mi padre, que también era mi profesor; él lo leyó, contento, y me felicitó. Ese fue el primer y más importante reconocimiento y estímulo que recibí en mi vida, y por eso continué escribiendo. La imagen: mi padre feliz, leyendo mi primer poemita.
-¿Cómo fue el proceso de escritura de tu primer libro? Publicaste poemas en revistas previamente, ¿cómo lo financiaste?
Mi primer poemario publicado fue Aproximaciones & Conversaciones, en1974, muy flojo realmente. Yo tenía, listo para mandar a la imprenta, un grupo de poemas al que titulé "Recóndita" (poesía bastante intimista y en algún modo ingenua, pero limpia), pero al conocer a los poetas de Hora Zero y leer su poesía, creí (equivocadamente, por cierto) que había que escribir a la manera de ellos y es lo que -burdamente- hice. Ya cuando todo estaba consumado, me arrepentí: demasiado tarde. Pero, a pesar de todo, creo que fue, como me lo dijo Juan Ramírez Ruiz, de algún modo fue una "batalla ganada", una experiencia. Ese libro fue financiado con el apoyo de mi padre. Antes, aparecieron algunos poemas míos en algunas revistas: Tierra, revista de Ambo (yo tenía quince años), luego en "La Tribuna Sanjuanista", del colegio San Juan de Trujillo, y en Hontanal, en Lima, dirigida por Roberto Rosario.
-¿Qué opinas de los concursos de poesía? ¿Participas de ellos? ¿Crees que es esencial para hacer lo que llaman una "carrera poética"?
No, no es esencial ni siquiera accesorio para hacer una "carrera política". La "carrera poética" se hace escribiendo, no ganando concursos. Me gustaría, pero hasta ahora no he participado en alguno de ellos.
-En términos generales, desde la segunda mitad del siglo veinte la gran influencia de la poesía latinoamericana se desplazó de la poesía española hacia los clásicos del idioma inglés (Eliot, Pound, otros). ¿Cuáles crees que son las influencias actuales?
Según he podido darme cuenta, muchos jóvenes poetas muestran una especial y nada discreta simpatía por estos poetas: Raúl Zurita, Blanca Varela, Charles Bukowski, Alejandra Pizarnik, José Kozer. Tal vez alguna influencia deben ejercer ellos en los poetas actuales.
-¿Cuáles son para ti los poetas vivos más importantes de tu país y por qué?
Pregunta difícil, en verdad. Prefiero evitar una respuesta.
-¿Qué opinas de las opciones poéticas metaescriturales, digamos poesía sonora, poesía visual, etc?
Todo es válido. Soy, creo, de los pocos que piensan que lo que pesa en poesía y, en general, en arte, es la libertad. Y cualquier forma o medio de expresión es válido y legítimo. Que no todo el mundo sienta simpatía por las nuevas opciones, es otra cosa, lo cual, sin embargo, no las invalida. Un poeta no tiene por qué estar sometido a autorizaciones ni prohibiciones.
-En tu opinión cuál es la relación entre el poeta y el ejercicio de la crítica literaria. ¿Crees que la mirada crítica es importante para el poeta de hoy?
Sí, creo que una mirada crítica, seria, exenta del perverso aderezo que son la simpatía o la antipatía, es muy útil para un poeta, especialmente cuando está comenzando: le ayuda a corregir errores y a mejorar. Una crítica bien expuesta evita el adormecimiento y es, más bien, un estímulo para seguir, y seguir bien.
-Internet ha propiciado o, por lo menos, ha revelado una difusión y práctica inusitada de la poesía. Cada vez hay más poetas en todos lados y ya casi se pierde en el relativismo el ejercicio poético. ¿Crees que no se puede decir a nadie que no es poeta o consideras necesario establecer un rasero, un parámetro?
He escrito acerca de esto. No, no tiene por qué haber un rasero, un parámetro. Hay quienes, según veo, se fastidian por la profusión de poetas en las redes sociales; se indignan porque estos poetas están a la caza de los "likes", o se conviertan algunos de ellos en "influencers". Yo no le encuentro ningún problema; no hay motivo para reprobarlos. Incluso algunos (lo he leído repetidamente) llegan a afirmar que con poetas en las redes sociales, la poesía se ve afectada —incluso hablan de "parapoesía"—; eso es absurdo. Hay poesía, no hay "parapoesía". La poesía no habita una hacienda, un feudo; no hay poetas dueños de un territorio liberado. Cualquiera puede ser poeta. Los poetas no son una raza especial.
-¿Cuánto tiempo dedicas a la escritura y a la lectura? ¿Los practicas diariamente o te sometes a los dictados de la inspiración?
En mi caso, la poesía no es un ejercicio disciplinado ni, con horarios fijos. Eso puede de darse y se da, cuando me dedico a leer y a escribir ensayos; no con la poesía. Yo no mando sobre la poesía; ella en cierto modo me "domina"; escribo, cuando ella surge, inesperadamente.
-Explícanos algunos detalles sobre tu proceso creativo. ¿Escribes a mano o de frente en computadora? ¿Cómo surgen los poemas en ti, empiezan con el primer verso, con una imagen, un tema específico?
Casi siempre comienzo a escribir a mano. Tengo un montón de libretitas, muchas hechas por mí mismo y otras compradas. Allí, cuando aparece una frase en mi mente, al toque la escribo. Más tarde surge lo demás, y voy a la computadora.
Bernardo Rafael Álvarez
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