Francisco Trejo: "La muerte es el tamaño de todo lo que vive. Si están vivos los poetas, carecen de importancia. Cuando llegue su muerte, se sabrá del valor de su obra"
CICLO DE ENTREVISTAS "CUARENTENA POÉTICA"
Por Víctor Coral.
-Muchos poetas suelen tener una imagen poética primera. Algo así como el primer recuerdo relacionado con la poesía, un escenario poético, una visión... De tenerla, ¿cuál es la tuya?
Al meditar un poco, llego a la conclusión de que se trata de la imagen de Cristo, la repetida efigie del crucificado en las diferentes iglesias que frecuentaba con mi familia cuando era niño. Era perturbador el primer encuentro con la imagen, pero siempre experimenté cierta reconvención colectiva durante la liturgia. Tiempo después, comencé a relacionar la poesía con esta escena: la imagen abierta en sus costados frente mí. La poesía es la carne que se duele, que se apasiona y se desgarra. La poesía, necesariamente, es la carne fragmentada que se reparte a los otros, como un pan. Es el cuerpo que respira por sus llagas. No se llega al poema si no es por la herida. Y qué herida más grande para la humanidad, si no son su orfandad, su origen incierto, su porvenir ignoto en un mundo que no termina de ser suyo. Si Cristo crucificado representa al acto poético, para mí, la liturgia es la continuación de nuestro legado sustancial como especie: la palabra. Si bien no soy creyente de ninguna religión, el Cristianismo me atrae por tratarse de la máxima representación del paradigma platónico.
-Cómo fue el proceso de escritura de tu primer libro. Publicaste poemas en revistas previamente, cómo lo financiaste.
La escritura de mi primer libro decente, luego de experimentar con algunas acrobacias poéticas en un par de pequeños libros que lo preceden, comenzó en uno de los espacios más importantes de mi carrera como escritor. Hablo del aula universitaria. Cursé la licenciatura en Creación Literaria en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), en donde también realicé mis primeros escritos que después se convirtieron en obra publicada. Durante el proceso de escritura del libro de poesía en cuestión, no publiqué nada. Publicaba, sin embargo, otros discursos, como ensayo y narrativa, en Palabrijes, la revista de literatura de la UACM. Este primer libro se escribió, asimismo, en un contexto complicado, pues el tiempo laboral y el tiempo de estudio me permitían avanzar muy poco. La conclusión del poemario, con el que obtuve por primera vez un premio de poesía en mi país, ocurrió durante una huelga universitaria. Una vez que terminé el libro, en plena toma de las instalaciones, fui a mi casa a transcribir los poemas en el soporte electrónico. Luego envié el manuscrito a concurso y mi carrera como escritor dio inicio, en una cultura donde la legitimación del escritor depende tanto de los premios.
-¿Qué opinas de los concursos de poesía? ¿Participas de ellos? ¿Crees que es esencial para hacer lo que llaman una "carrera poética"?
Como lo decía en la respuesta anterior, en países como el mío, los premios son muy importantes para la carrera de un escritor. Personalmente, trato de tomarlos en cuenta, mas no baso mi propuesta creativa en la imitación de discursos que se premian con frecuencia. Con el tiempo, los galardones han dejado de ser un objetivo para mí. A veces los premios son importantes por una cuestión: la publicación de la obra. Fuera de eso, si existen otros medios para conseguir la publicación de un libro, no hay necesidad de concursar e inmiscuirse en procesos burocráticos, porque, generalmente, quienes convocan son las estancias del gobierno, a las que les interesa una nota de prensa donde se hable bien de los funcionarios. La poesía y los autores siempre quedan en segundo término y, a veces, no cumplen con lo establecido en sus convocatorias. Así veo la otra divisa de los premios. Por éste y otros motivos, cada vez participo menos en los concursos literarios. Si lo hago, prefiero hacerlo fuera de México.
-En términos generales, desde la segunda mitad del siglo veinte la gran influencia de la poesía latinoamericana se desplazó de la poesía española hacia los clásicos del idioma inglés (Eliot, Pound, otros). ¿Cuáles crees que son las influencias actuales?
Las influencias actuales son diversas y difíciles de discernir en cada autor. La poesía actual es la suma de todas las tradiciones, no sólo de las provenientes de Occidente.
-¿Cuáles son para ti los poetas vivos más importantes de tu país y por qué?
La muerte es el tamaño de todo lo que vive. Si están vivos los poetas, carecen de importancia. Cuando llegue su muerte, se sabrá del valor de su obra y, quizá, del valor de su persona. Por tal motivo, es más relevante hablar de poetas muertos.
-¿Qué opinas de las opciones poéticas metaescriturales, digamos poesía sonora, poesía visual, etc?
Hasta ahora, no me he identificado con estas opciones.
-En tu opinión, ¿cuál es la relación entre el poeta y el ejercicio de la crítica literaria? ¿Crees que la mirada crítica es importante para el poeta de hoy?
En laactualidad, no puede entenderse la poesía sin el ejercicio de la crítica literaria. En gran medida, la formación del poeta está en el modo en que lee, y la crítica es una de las opciones más completas para acercarse a un texto y entender la naturaleza de todas sus partes.
-Internet ha propiciado o, por lo menos, ha revelado una difusión y práctica inusitada de la poesía. Cada vez hay más poetas en todos lados y ya casi se pierde en el relativismo el ejercicio poético. ¿Crees que no se puede decir a nadie que no es poeta o consideras necesario establecer un rasero, un parámetro?
La palabra "poeta" es muy grande. Con esto quiero decirte que el acto creativo no necesariamente debe ser para alguien en específico. De hecho, saber que alguien escribe un poema, tenga premios o no, tenga libros publicados o no, me hace pensar en el verdadero valor de la palabra poética: la posibilidad de todo ser humano para buscar la belleza, su otra casa, la más real acaso, en el mundo. Una vez, en un festival de poesía de Colombia, conocí a un muchacho que se acercó a mí después de un recital. Me dijo que se había identificado con lo que leí aquella noche. Bajo el brazo, llevaba un cuadernillo que abrió enseguida para mostrarme. Recuerdo haber leído unos versos deslumbrantes en esas páginas con quemaduras de cigarro. El joven tenía un discurso más interesantes que el de cualquiera de los que leímos en la mesa, un discurso con imágenes desgarradoras, profundamente amargas. Celebré algunos de sus poemas antes de despedirnos. Cuando se alejó, me dijeron que era un vagabundo al que veían intoxicado casi todo el tiempo, que tuviera cuidado. Entonces, la palabra "poeta" es para mí algo muy relativo, algo que no debería reservarse para el que se sienta en una mesa a leer con sombrero y saco.
-¿Cuánto tiempo dedicas a la escritura y a la lectura? ¿Los practicas diariamente o te sometes a los dictados de la inspiración?
Llevo a cabo diariamente ambas actividades, aunque el tiempo de dedicación es muy relativo. Cuando tengo mucha disponibilidad, puedo pasarme varias horas frente a un texto que estoy escribiendo; cuando no, le dedico al menos unos minutos. Pasa lo mismo con la lectura. Últimamente he estado colaborando en algunas revistas, así que mi labor principal es leer textos de otros autores, corregirlos y publicarlos.
-Explícanos algunos detalles sobre tu proceso creativo. ¿Escribes a mano o de frente en computadora? ¿Cómo surgen los poemas en ti, empiezan con el primer verso, con una imagen, un tema específico?
Me parece que he llegado a experimentar todas estas cosas que mencionas. Generalmente comienzo la escritura a mano, luego paso a la computadora y termino el libro en ese mismo soporte. A veces, para la composición de un poma, primero viene una imagen, luego decido qué plataforma discursiva es la más óptima y al final suceden las palabras. Luego ocurre distinto. Aún no encuentro un método, por fortuna. Prefiero que cada poema me sorprenda a su manera.