Juan Felipe Robledo: “Los grandes poetas ingleses y norteamericanos, los rusos y polacos, los buenos ensayistas en español que escriben poesía nos ofrecen un diálogo al que no debemos negarnos entre la creación y la reflexión.”
CICLO DE ENTREVISTAS "CUARENTENA POÉTICA"
Por Víctor Coral.
-Muchos poetas suelen tener una imagen poética primera. Algo así como el primer recuerdo relacionado con la poesía, un escenario poético, una visión... De tenerla, ¿cuál es la tuya?
El solar de la casa donde pasé mi niñez en Montelíbano, un pueblo de la sabana costeña en el departamento de Córdoba, en el Caribe colombiano, un patio lleno de árboles, de pericoligeros y venados y tortugas y patos y perros y micos, y los rayos de luz pasando a través de las hojas de los árboles de mango.
-Cómo fue el proceso de escritura de tu primer libro. Publicaste poemas en revistas previamente, cómo lo financiaste.
Fue un proceso lento, que me llevó años. Tenía 31 cuando publiqué poemas por primera vez. Lo primero que me publicaron fueron cuentos, editados en un libro junto con otros estudiantes de mi universidad, con el sello y la financiación del departamento de Literatura de la Javeriana de Bogotá. La primera vez que publiqué poemas fue en un libro colectivo con otros tres autores. La isla era el tesoro se llama el libro, y lo pagamos entre los cuatro. La editorial que editó el poemario nos ofreció su nombre, y lo distribuyó en colegios, bibliotecas y librerías.
-¿Qué opinas de los concursos de poesía? ¿Participas de ellos? ¿Crees que es esencial para hacer lo que llaman una "carrera poética"?
Para mí ha sido así: He ganado dos premios de poesía, y el primero, el premio internacional de poesía Jaime Sabines, convocado por el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Chiapas, en México, dio inicio a mi carrera literaria. El segundo libro, merecedor del premio nacional de poesía del Ministerio de Cultura de Colombia, fue la confirmación de un camino emprendido con entusiasmo y amor desde que era un adolescente, cuando leía a Miguel Hernández y aprendía sus poemas de memoria.
-En términos generales, desde la segunda mitad del siglo veinte la gran influencia de la poesía latinoamericana se desplazó de la poesía española hacia los clásicos del idioma inglés (Eliot, Pound, otros). ¿Cuáles crees que son las influencias actuales?
Creo que son múltiples. Aunque ya tengo más de cincuenta años, mi percepción es que los poetas jóvenes leen por igual a poetas latinoamericanos y españoles, europeos, en lengua inglesa, muchos polacos y checos, poetas orientales. Creo que el espectro se ha ampliado muchísimo.
-Cuáles son para ti los poetas vivos más importantes de tu país y por qué?
Giovanni Quessep, por lo único de su tono, el encantamiento de su música verbal; Jaime Jaramillo Escobar, un poeta enorme y capaz de sorprendernos siempre, que oscila entre una mirada acerada y en
otras ocasiones de una ternura sorprendente; Darío Jaramillo Agudelo, un poeta con múltiples registros y con una factura maravillosa, autor de algunos de los poemas de amor más memorables de la poesía colombiana, pero también de poemas como los incluidos es su libro más reciente, Del cuerpo y otra cosa, con versos llenos de una desnudez pasmosa, y nacidos de una mirada sin contemplaciones sobre la vejez y la espera de la muerte, que es realmente conmovedor; William Ospina, un poeta de largo aliento y de un conocimiento sorprendente y totalmente natural de la tradición poética de muy diversas latitudes, y amante de la música de la poesía; Elkin Restrepo, un poeta de mirada minuciosa y versos de gran delicadeza, marcados por la capacidad de revelar los secretos de lo real, su cotidiana maravilla cantada por la poesía, que lo convierten en una voz imprescindible; Piedad Bonnett, una poeta con un ojo magnífico para el detalle y una capacidad verbal sorprendente, autora de poemas despiadados y magníficos sobre el dolor y la maravilla de estar vivos; Juan Manuel Roca, un poeta de la imagen visual y con una prosodia honda y decantada; Rómulo Bustos Aguirre, un místico capaz de ofrecernos otra mirada de soslayo en un mundo sin dioses, creador de universos donde la teología, la filosofía, la música y la pintura conviven con belleza y verdad.
-¿Qué opinas de las opciones poéticas metaescriturales, digamos poesía sonora, poesía visual, etc?
Me parece que es una posibilidad creativa que ofrece caminos muy amplios, pero no he recorrido ese camino.
-En tu opinión cuál es la relación entre el poeta y el ejercicio de la crítica literaria. ¿Crees que la mirada crítica es importante para el poeta de hoy?
Creo que sí. Los grandes poetas ingleses y norteamericanos, los rusos y polacos, los buenos ensayistas en español que escriben poesía nos ofrecen un diálogo al que no debemos negarnos entre la creación y la reflexión, y cerrar las puertas a sus posibilidades de comprensión del mundo y las palabras que son realidad sería cercenar algo único para los que amamos esas curiosas creaciones hechas de sustantivos y adverbios y adjetivos a los que llamamos poemas, aquellas mismas palabras con las que compramos el pan, y que son formas supremas del sentimiento y el pensamiento.
-Internet ha propiciado o, por lo menos, ha revelado una difusión y práctica inusitada de la poesía. Cada vez hay más poetas en todos lados y ya casi se pierde en el relativismo el ejercicio poético. ¿Crees que no se puede decir a nadie que no es poeta o consideras necesario establecer un rasero, un parámetro?
Creo que es necesario establecer un parámetro, no por motivos dogmáticos y por crear un cenáculo de intocables y favorecidos, pero sí para preservar el valor de la palabra poética, que busca darle dignidad a un lenguaje sumido en la banalidad y, en muchas ocasiones, a una forma de tontería escritural que achata las sensaciones, las imágenes y pensamientos, y los vuelve turbios y arteros. Es un terreno cenagoso, y también lleno de maravillas en medio del fango o el puro aburrimiento.
-¿Cuánto tiempo dedicas a la escritura y a la lectura? ¿Los practicas diariamente o te sometes a los dictados de la inspiración?
Me someto a la bondad de la Diosa Blanca, la luna que preside el camino de los amantes del verso, de la que habla con tanta inteligencia Robert Graves, para la escritura de poemas. Otro asunto es la escritura académica (yo soy profesor universitario) y ensayística, que tiene otras disciplinas y donde se involucran otras potencias del pensamiento y la escritura.
-Explícanos algunos detalles sobre tu proceso creativo. ¿Escribes a mano o de frente en computadora? ¿Cómo surgen los poemas en ti, empiezan con el primer verso, con una imagen, un tema específico?
Escribo ya en computadora, antes lo hacía a mano, y escribo casi al dictado, yo mismo no sé muchas veces hacia donde me conduce ese verso inicial que aparece frente a mí. Luego vuelvo sobre el texto, reescribo, suprimo repeticiones, cacofonías, reescribo fragmentos, pero el poema está bastante completo en su primera versión. La musa ha sido benigna conmigo hasta ahora, y deseo de corazón que no me abandone.
-Si quieres puedes compartir un poema inédito.
Prefiero compartir un poema ya publicado.
MARINA TSVIETÁIEVA HABLA CON LA NOCHE
Cuando brille la coraza plateada
a la sangre de mi hoguera,
cuando brille esa coraza pura, luminosa,
cuando brille sin amor bajo la luna.
Cuando brille la lejana, la encantada,
y la linfa blanca corra por las manos.
En la noche de los búhos, los murmullos,
cuando la zorra se pasee por la era,
cuando al campo lo visite la menuda lluvia,
la que no ha conocido sosiego desde el inicio.
Y en el campo nos arrastremos como heridos por el rayo
y el recuerdo de este tiempo de astromelias nos golpee.
En ese tiempo que no hemos elegido, sin deseos,
se eleve sobre un puente la horca del condenado.
Te daré un beso en la frente, uno que todo lo borre,
una bendición que te llene y sea dicha sin prisa, amorcito.