Liliana Ramos Collado: “No es un capricho decirlo: creo que los escritores se han quedado atrás en términos del métier poético, de sus temas y de su postura frente al público lector. Nuestras escritoras alumbran nuestro horizonte poético.”

08.06.2020
CICLO DE ENTREVISTAS "CUARENTENA POÉTICA" Por Vìctor Coral.Lilliana Ramos Collado Puerto Rico-


Muchos poetas suelen tener una imagen poética primera. Algo así como el primer recuerdo relacionado con la poesía, un escenario poético, una visión... De tenerla, ¿cuál es la tuya?


A los 4 años escribí mi primer poema. Lo escribí en inglés y tenía un par de erratas. Pero recuerdo el poema en detalle: "Roses are red / and yellow and blue / as I write this little / spring poem for you". Cuando mi mamá lo leyó me dijo algo que vine a entender muchos años después: "Ay, fíjate, ¡sabes usar desde ya el encabalgamiento!". Y yo le dije: "Mami, aquí no hay caballos!", y ella contestó: "Claro que sí! Fíjate cómo "you" se monta en el caballo de "blue!". Igual, en su momento, no la entendí. Pero, Ufff!, mi mamá sabía mucho sobre poesía.


-Cómo fue el proceso de escritura de tu primer libro. Publicaste poemas en revistas previamente, cómo lo financiaste.

Luego de mi primera aventura en inglés, seguí escribiendo poemas y cuentos de un sólo párrafo, que no tuve la precaución de conservar. Guardé todos los poemas, que en general eran bastante malos, pero no guardé los cuentos, que eran peores que los poemas... en mi opinión. Mi freno: siempre he sido una lectora voraz y entendí que mi escritura no alcanzaba la genialidad de los escritores cuyos libros estaba leyendo (para comenzar, y desde los 14 años: Marcel Proust y César Vallejo). Siempre he sido buena crítica, y lo que no sirve, pues... no sirve. Surgió un certamen importante convocado por la Revista Sin Nombre, una revista de gran acogida en toda Latinoamérica, y resulté ganadora con el poemario Proemas para despabilar cándidos. Tres años después publiqué ese poemario (1981), auspiciado parcialmente por la revista Reintegro de las Artes y la Cultura. Y esa fue mi primera publicación, con más lectores de lo que yo esperaba. Para efectos estadísticos, Proemas fue un libro "exitoso".


-¿Qué opinas de los concursos de poesía? ¿Participas de ellos? ¿Crees que es esencial para hacer lo que llaman una "carrera poética"?

Si no hubiera sido por mi participación del certamen de la Revista Sin Nombre no hubiera hecho la primera salida ante un público lector. Nunca se me ocurrió que un jurado de escritores tan importantes me respaldaría con el premio principal. Me planteó un reto y suelo sorprenderme cuando el reto se volvió objeto.

-En términos generales, desde la segunda mitad del siglo veinte la gran influencia de la poesía latinoamericana se desplazó de la poesía española hacia los clásicos del idioma inglés (Eliot, Pound, otros). ¿Cuáles crees que son las influencias actuales?
Soy traductora desde joven, sobre todo del inglés y del francés al español. Comencé con un proyecto ambicioso al que me invitó la Editorial de la Universidad de Puerto Rico: la poesía completa de Charles Baudelaire. Una amiga y yo trabajamos por unos 4 años en el proyecto, los árbitros internacionales decidieron que era una traducción impecable, y allí durmió unos 8 años en espera de ver la luz. Eventualmente cerraron esa Editorial y nos enviaron una carta de disculpas. Cuando la editorial reabrió y decidió publicar nuestra traducción, le exigimos que el libro tuviera un formato bilingüe, en face, y la Editorial dijo que era un proyecto demasiado costoso si insistíamos en una edición bilingüe. Mi colega me permitió publicar los mejores poemas de Baudelaire poco a poco en revistas locales. Guardo el manuscrito como un tesoro. Otro ejercicio de traducción fue The Four Quartets de T.S. Eliot, que se publicó en la Revista Reintegro con bastante aplauso. Traduzco mucho: además de una maestría en Literatura Comparada y el PhD también en Literatura, tengo una Maestría en Traducción y he traducido textos interesantes del siglo XVII francés.Por otra parte, creo que T.S. Eliot es un poeta impresionante, pero Pound me aburre, francamente. Prefiero a algunas de las mujeres poetas estadounidenses, Audre Lorde, Adrianne Rich, Elizabeth Bishop... pero mi poeta anglo-hablante absolutamente favorita no es norteamericana, sino canadiense: me refiero a Anne Carson, la poeta de quién más he aprendido, a quien más he leído, y la más que admiro. Como prosista, como poeta y como traductora —sobre todo de los clásicos griegos— he encontrado en Carson mi propias pasiones: el griego antiguo (soy lectora del griego clásico) como lenguaje y la pasión, los juegos con la traducción. Uno de los libros que más me ha interesado es de Anne Carson, Eros: The Bittersweet (1998). Pero la obra completa de Carson es simplemente magistral.


¿Cuáles son para ti los poetas vivos más importantes de tu país y por qué?

Mayda Colón, Vanessa Droz, Aurea María Sotomayor, Mayra Santos Febres... creo que, durante el Siglo XX, las poetas puertorriqueñas han hecho un mayor aporte a la poesía que los escritores, en términos de  audacia en la creación de nuevas formas poéticas, en términos de amplitud de sus temas, de diversidad formal, y de sus posturas sobre género, pues, entre otras cosas, no caen en clichés. No es un capricho decirlo: creo que los escritores se han quedado atrás en términos del métier poético, de sus temas y de su postura frente al público lector. Nuestras escritoras alumbran nuestro horizonte poético.

-En tu opinión cuál es la relación entre el poeta y el ejercicio de la crítica literaria. ¿Crees que la mirada crítica es importante para el poeta de hoy?


No existe literatura sin ejercjcio crítico, pues, sin autocrítica y sin crítica no hay discernimiento de lo propio. Veo demasiad@s poetas que no leen a l@s demás poetas, que no se exponen al comentario crítico de los demás, y, sobre todo, que no leen para darse cuenta de cuán lejos o cuán cerca están de una buena escritura. La poesía es un género universal que vale la pena conocer. Si quieres ser poeta, ponte a leer todo lo que puedas, no para ser diferente, sino para saber de qué se trata el enorme reto de hacer la poesía.


-Internet ha propiciado o, por lo menos, ha revelado una difusión y práctica inusitada de la poesía. Cada vez hay más poetas en todos lados y ya casi se pierde en el relativismo el ejercicio poético. ¿Crees que no se puede decir a nadie que no es poeta o consideras necesario establecer un rasero, un parámetro?

Yo no le diría a nadie que es "mal poeta". Nunca se sabe si el próximo poema del "mal poeta" será bueno. La poesía requiere un desarrollo pausado y complejo de aprendizaje. Una o uno es poeta porque tiene que saber, desde el principio, que pertenece a un gremio complejo y diverso y que gracias a esa multitud podemos aprender y podemos participar de este género literario. Por eso detesto los "talleres de poesía". Casi todos los que he visitado van de lo cursi a lo repetitivo a lo interesante-sin-ser-aún-"bueno". Lo primero que el o la poeta puede hacer es aprender a leerse sin temor y a conciencia. Aquél o aquella que no sepa leerse a sí mismo no llegará lejos. Cada poeta debe aprender a saber dónde está su talento y dónde no está.

¿Cuánto tiempo dedicas a la escritura y a la lectura? ¿Los practicas diariamente o te sometes a los dictados de la inspiración?

Leo todos los días y escribo poco, pues nunca tengo prisa. Soy demasiado autocrítica, lo cual me ha venido bien. La autocrítica no es otra cosa que salirse de una misma para verse desde afuera. Escribo mucho ensayo, y ese género literario me ayuda a reflexionar sobre la literarura como un género abierto y diverso que vale la pena leer y escribir. No creo en la inspiración. Es un término relativamente reciente, quizás uno de los malos hijos del Romanticismo. El Romanticismo no sólo inventa una forma de expresión, sino que inventa un sujeto. De hecho, los mejores "románticos" no lo son. Una lectura pausada de Bécquer es buen ejemplo: el pobre Bécquer ha sido mal leído, posiblemente se debe a haberse obligado a sí mismo a escribir "poemas para su época", pero esos no son los mejores. Bécquer fue un extraordinario poeta filosófico y un gran ensayista que teorizó sobre la poesía, y a la gente se le olvida eso. Habría que volver a leer con enjundia su famoso "La poesía eres tú" (si mal no recuerdo es un poema con sólo 3 versos...) para darse cuenta que el Romanticismo como lo conocemos, no es el Romanticismo que produjo a los extraordinarios ingleses, españoles, latinoamericanos, franceses que apenas hemos leído. Yo cambiaría los términos y los poetas para reconsiderar quiénes fueron los verdaderos románticos... En suma, "la inspiración" NO fue su norte.

-Explícanos algunos detalles sobre tu proceso creativo. ¿Escribes a mano o de frente en computadora? ¿Cómo surgen los poemas en ti, empiezan con el primer verso, con una imagen, un tema específico?

Para mí es indiferente si escribo a computadora o a mano. Me interesa más si me preguntas si uso lápiz o pluma. Decir "a mano" no es suficiente, pues lápiz y pluma son ya muy diferentes entre sí. Amo los lápices y simpre uso lápices 2B de mina oscura y un poco blanda que me obliga a no forzar el lápiz sobre el papel y a mirar las palabras mientras van brotando del grafito. Y eso me da el sosiego para escribir con la lentitud que requiere el junte de mano y mente. La computadora se parece demasiado a una publicación, y eso crea la ficción de que el escrito es bueno. Tecleo en mi computadora un poema que está listo para ser publicado.

-Si quieres puedes compartir un poema inédito.

Aquí abajo te colgué un poema sobre una olla. Se titula aulalaria. ¡¡¡Gracias por la invitación!!!



aulalaria


por Lilliana Ramos Collado, Puerto Rico


la idea fue de Plauto un

comediante latino que decidió a escribir comedias escandalosas sobre parejitas enamoradas

en Aulalaria un chico in loooooove

decidió robarle a su padre su fortuna

escondida bajo tierra en una vieja olla

escarba y la encuentra huye engaña y al fin

su viejo padre avaro es vencido como siempre por una juventud audaz y bellaquita

(la chica no importa porque

claro está

se trata de antiguas peripecias entre hombres y sus dos amores:

dinero y sexo)

la aulalaria

(es decir, la olla) estaba oculta como lo está

la olla llena de oro al final del arco iris

como esa otra olla celeste que

vestida de gran osa está llena de

lluvia para sosegar las cosechas de la tierra receptáculo de fertilidad esta

olla en ocasiones necesita llenarse del semen

de los dioses

en ella Zeus vació el suyo para rociar con monedas a la casta Dánae

en otro arranque como los que le dan de

continuo a los mancebos

está claro que esta olla llena de riquezas es

como esa codiciada vagina femenina está

claro que de ella (también) sale el arco iris en

ella se acumula la riqueza que rendirá réditos muy ricos en ella se mezclarán los cuerpos deseosos en ella se prepararán generaciones y

generaciones de eventos de platos deliciosos de misterios de negocios y de niños

recuerdo todo esto a raíz de tu olla accidentalmente ahuevada pobre olla

(sigue en la próxima página)

deformada que ni atrapa ya el calor

con eficiencia esta olla

que ni puede vestir su tapa con donaire

vacía se quedará y no habrá arco iris que valga ni tu deliciosa pasta con crema de pollo y cebollas ni sopa alguna ni plato tentador que hubieras confeccionado con tus manos amorosas

hincada en tierra tu olla no será el fin de un arco iris nadie se peleará por su riqueza atesorada nadie pretenderá saciar su deseo hurtándola nadie

más que tú la echará de menos si es que finalmente te decides a botarla

me ha dado tristeza esa olla ahora

inútil amputada de sus mitos tutelares esa

olla que se irá quedando huérfana de tu cariño que nada tendrá que ver con la lluvia de oro de Zeus ni con la comedia plautina

desnuda de referencias clásicas tu olla será nada más que metal sin promesa metal

sin forma metal y nada más que eso

y nada más

metal

pienso en cuántas cosas averiadas golpeadas irreparables dejarás a la vera de tu paso por el mundo

cuántas ollas y sus análogos guardarás en tus armarios como polizontes olvidados en el vientre de tu barco

veloz

pero sobre todo pondero si

cuando encuentres nuevamente esa olla olvidada reconocerás en ella los ricos platos que te dio cuando estaba en buena forma

es definitivamente triste perder una olla veterana en guisos suculentos

pero no hay más que hablar

que venga la olla nueva y que aprenda contigo

sus destrezas que nunca se acabe el amor que aliñará esos platos tuyos que seguirán

enamorándome



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