Lizardo Cruzado: “Los poemas surgen después de haber vivido (...) y mediante un proceso misterioso de barbecho, remojo, ensoñación, quilificación, anagnórisis y benemérita laxación.”

13.07.2020

CICLO DE ENTREVISTAS "CUARENTENA POÉTICA"

Por Víctor Coral.


 

-Muchos poetas suelen tener una imagen poética primera. Algo así como el primer recuerdo relacionado con la poesía, un escenario poético, una visión... De tenerla, ¿cuál es la tuya?

- Tengo siete años de edad y corro por un pasillo de verdes paredes para enseñar mi primer mamotreto lírico a mi padre. Es temprano en la mañana. Me doy cuenta de que en mi memoria resalta el hecho de agradar a mi padre, no el fenómeno poético en sí. Eso se refleja en mis textos: una escritura estrictamente, discretamente ligada a mi experiencia humana y vital.

-Cómo fue el proceso de escritura de tu primer libro. Publicaste poemas en revistas previamente, cómo lo financiaste.

- Tomás Ruiz, inolvidable amigo, escritor y editor, con su muerte precoz se llevó el secreto del financiamiento a la tumba: de mi bolsillo no salió ni un centavo —frase retórica, pues tampoco había moneda alguna allí. Era el fin de mi adolescencia y yo andaba confundido, con deseos de quemar todas mis naves. Tomás me mostró los poemarios que estaba editando (la serie se llamaba con agridulce ironía Los hombres duros de los 90) y me animó a juntar mis bodrios y así nació Este es mi cuerpo: amorfo literalmente, un conjunto de poemas amontonados, listos para el fuego.

-¿Qué opinas de los concursos de poesía? ¿Participas de ellos? ¿Crees que es esencial para hacer lo que llaman una "carrera poética"?

- Yo de adolescente participé asiduamente en ellos. Dado que existen concursos de cualquier actividad humana imaginable, ¿por qué estarían vedados a la poesía tales certámenes? Si por "carrera poética" se entiende lograr visibilidad en los medios y cierta nombradía, sin duda pueden ser útiles dichos torneos aunque no esenciales, a mi entender.

-En términos generales, desde la segunda mitad del siglo veinte la gran influencia de la poesía latinoamericana se desplazó de la poesía española hacia los clásicos del idioma inglés (Eliot, Pound, otros). ¿Cuáles crees que son las influencias actuales?

- Me excuso por mi ignorancia: tendría que hacer una pesquisa en Wikipedia para poder responder. Soy un frívolo diletante literario y desconozco mayormente.

-Cuáles son para ti los poetas vivos más importantes de tu país y por qué?

- Bueno, la necrología poética es un asunto triste, porque un poeta y su obra aspiran siempre a una pizca al menos de inmortalidad, ¿no? Y se han muerto tantos poetas en el Perú últimamente que ya solo quedan de la generación del 70 para adelante, aunque hasta Enrique Verástegui es finado. Me gustaría mencionar a Leopoldo Chariarse: su fina y secreta poesía merecen un mayor ámbito, en mi humilde opinión.

-¿Qué opinas de las opciones poéticas metaescriturales, digamos poesía sonora, poesía visual, etc.?

- La poesía, como todas las artes, en cuanto actividad vital y expresiva del espíritu humano, posee inmanente una apertura a la novedad y la experimentación. La tensión dialéctica entre lo clásico y lo contemporáneo es un perpetuum mobile. No hay tal cosa como "progreso", desde luego, pero el movimiento, la experimentación, el flujo, son propios de la vida y las actividades creativas de la vida, como la poesía.

-En tu opinión cuál es la relación entre el poeta y el ejercicio de la crítica literaria. ¿Crees que la mirada crítica es importante para el poeta de hoy?

- El aprendizaje implica recibir crítica, directa o indirecta, formal o informal: no sé de nadie que haya nacido sabiéndolo todo, excepto un animal que sea solo instinto, ¿no? A veces nuestros hipersensibles egos de artista pueden escaldarse, pero recibir y valorar la crítica es tarea fundamental para la maduración y el desarrollo en cualquier actividad y desde luego en la poesía: ayer, hoy, mañana y siempre.

-Internet ha propiciado o, por lo menos, ha revelado una difusión y práctica inusitada de la poesía. Cada vez hay más poetas en todos lados y ya casi se pierde en el relativismo el ejercicio poético. ¿Crees que no se puede decir a nadie que no es poeta o consideras necesario establecer un rasero, un parámetro?

- Es lindo y reconfortante que haya mucha gente garabateando y compartiendo sus versos. En la época de Darío, de Vallejo, de Borges, los diarios publicaban poesía: ¿pero quién ve hoy publicados versos en El Trome o El Popular? Una perspectiva elitista de la poesía resulta engreída y francamente mezquina. El lenguaje es de todos, más aún que la música o la pintura, que suelen requerir algún entrenamiento, ¿por qué entonces el ejercicio de la poesía tendría que requerir una especie de título o licencia burocrática? ¿Y quién otorgaría tal autorización y en base a qué: a haber publicado una plaqueta, a ostentar una mención honrosa, a haber asistido a un taller? ¿Vamos a poner octógonos a los poetas, a los poemarios, a las páginas de Facebook?

-¿Cuánto tiempo dedicas a la escritura y a la lectura? ¿Los practicas diariamente o te sometes a los dictados de la inspiración?

- Ah, yo leo siempre que puedo y a veces hasta cuando no puedo. Pero respecto a la escritura, soy un aficionado indisciplinado, intermitente y veleidoso. Versifico desde mi escueta perspectiva vital: la adolescencia motivó mi primer manojo de versos; el principio de la vejez, el siguiente; si no hay sorpresas, aquí me quedo esperando sosegadamente el climaterio...

-Explícanos algunos detalles sobre tu proceso creativo. ¿Escribes a mano o de frente en computadora? ¿Cómo surgen los poemas en ti, empiezan con el primer verso, con una imagen, un tema específico?

-Hoy la computadora facilita mucho las cosas —corregir, borrar, borronear, desechar— y, aunque parezca postureo, me resulta gratificante ahorrar papelería. Los poemas surgen después de haber vivido —a veces como imagen, a veces como verso— y mediante un proceso misterioso de barbecho, remojo, ensoñación, quilificación, anagnórisis y benemérita laxación.

-Si quieres puedes compartir un poema inédito.


Poema para muro de Facebook

He esperado largos años contemplando

El descenso del sol sobre el horizonte

Solo el descenso

-porque el ascenso ocurría en horas laborables y

yo tenía que trabajar-

El horizonte no ha cambiado: se ha llenado con

Edificios que fueron demolidos a

Fin de erigir

Iguales edificios nuevamente

Y el sol caía

Zigzagueando para no colisionar

Con las azoteas y los tendales

Impecablemente veloz

Cual un suicida defenestrado con cada ocaso

Sin salvación posible

Sin detenerse un instante en algún

Toldo donde rebotar para sobrevivir

Y nada cambió hasta la tarde en que tú llegaste

Cuando el sol detuvo su caída en tu oreja izquierda

Como una flor incandescente

Y a salvo pudo brillar

Sobreviví

Interminables años solo para alcanzar este instante

Para poner esta

Humilde flor en tu oreja

Y verte sonreír.

Estimado Víctor Coral:

¡Muchas gracias por la oportunidad de la entrevista!

Saludos cordiales:

LCruzado

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