Lizette Espinosa: “El hecho de que gane un poeta y no otro, no significa necesariamente que su propuesta tenga un mayor valor literario sino que se ajusta más al criterio estético que predomine en la mesa de selección.”

CICLO DE ENTREVISTAS "CUARENTENA POÉTICA"

Por Víctor Coral.

-Muchos poetas suelen tener una imagen poética primera. Algo así como el primer recuerdo relacionado con la poesía, un escenario poético, una visión... De tenerla, ¿cuál es la tuya?

No sé si esto pueda considerarse una primera imagen poética pero es lo más cercano a ello que recuerdo. De niña, al despertar en las mañanas, tenía la costumbre de salir al patio de la casa a mirar el cielo. Me alegraba sobremanera la certeza de un azul brillante y despejado. No sé si esperaba en ello una señal, un aviso, alguna respuesta, lo que sé es que esa visión ejercía una influencia positiva en mi actitud o disposición para el resto del día. Algo parecido me ocurre con el mar. Imagino que desde entonces viene esa tendencia a la contemplación.

-Cómo fue el proceso de escritura de tu primer libro. Publicaste poemas en revistas previamente, cómo lo financiaste.

Mi primer libro fue el proyecto final de un taller de escritura creativa al que asistí en el 2012 y que impartía el escritor cubano Chely Lima en el Miami-Dade College. En él surgió la idea de reunir los poemas de cuatro de las participantes, Pilar Vélez, Yiya Ortuño, Shely Llanes y una servidora, en un volumen que se tituló Pas de Deux. A partir de ese debut editorial es que me atrevo a enviar textos a las revistas locales y que comienzo realmente a relacionarme con el mundo literario de la ciudad, en la que llevaba viviendo algunos años.

-¿Qué opinas de los concursos de poesía? ¿Participas de ellos? ¿Crees que es esencial para hacer lo que llaman una "carrera poética"?

La ventaja que le veo a los concursos literarios es la visibilidad que le puede ofrecer a un autor y a su obra, además de la oportunidad de ser publicado en editoriales reconocidas en las que de otro modo sería difícil o casi imposible publicar, ya que algunas no están abiertas a la recepción de manuscritos. Personalmente no suelo participar mucho, sin embargo he sido jurado y sé que a veces el hecho de que gane un poeta y no otro, no significa necesariamente que su propuesta tenga un mayor valor literario sino que se ajusta más al criterio estético que predomine en la mesa de selección. No creo que los premios sean esenciales para hacer una carrera poética si es que se le puede llamar carrera a ese camino en el que todos estamos en la propia búsqueda, pero indudablemente el reconocimiento a una obra cuando se recibe, es siempre motivo de agradecimiento.

-En términos generales, desde la segunda mitad del siglo veinte la gran influencia de la poesía latinoamericana se desplazó de la poesía española hacia los clásicos del idioma inglés (Eliot, Pound, otros). ¿Cuáles crees que son las influencias actuales?

No sé cuáles son las influencias actuales para los poetas más jóvenes, pero es posible que no sean tan identificables como las nuestras teniendo en cuenta la multiplicidad de voces a las que se tiene acceso inmediato en los blogs y revistas literarias digitales. Gracias al trabajo de traducción de las mismas se pueden leer muestras de poesía indígena, africana, de Europa del Este, esto sumado a las más visibles como la inglesa y la francesa. Tampoco me sorprendería si algunos de estos poetas jóvenes leyeran a los clásicos. En todo caso, un espectro tan amplio no debería sino enriquecer se haga difícil definir una influencia en concreto.

-Cuáles son para ti los poetas vivos más importantes de tu país y por qué?

Lo de "más importantes" es una categoría que no me corresponde otorgar y que además es muy subjetiva. Hay muchos poetas esenciales dentro y fuera de la isla, por eso me voy a remitir a los menos jóvenes respetando la jerarquía que conceden los años dedicados a una obra que se mantiene hasta el día de hoy como referente de la literatura cubana. En ese caso mencionaría a Fina García Marruz, Delfín Prats, Lina de Feria, Magali Alabau, por nombrar sólo algunos. Son muchos los que llenarían esa lista.

-¿Qué opinas de las opciones poéticas metaescriturales, digamos poesía sonora, poesía visual, etc?

Todas son válidas y van cambiando con los tiempos. Lo importante en mi opinión es que no se pierda la fidelidad y el compromiso con el lenguaje en sí mismo. No importa si la forma en que se manifiesta es visual o sonora siempre que sea auténtica y producto de un trabajo creativo serio que anime a la reflexión y no se quede en la superficie, sino que roce el espíritu.

-En tu opinión cuál es la relación entre el poeta y el ejercicio de la crítica literaria. ¿Crees que la mirada crítica es importante para el poeta de hoy?

La mirada crítica es importante en toda forma de expresión artística siempre que sea para iluminar, despejar y permitir una observación más cercana o un ángulo de lectura diferente de la obra en cuestión. Reflexionar sobre los distintos elementos que la sostienen nos aproxima a su autor y nos permite un mejor entendimiento con las voces que lo habitan y su visión del mundo. Por otro lado la autocrítica es imprescindible pero también más difícil porque se necesita humildad para desafiar al propio ego.

-Internet ha propiciado o, por lo menos, ha revelado una difusión y práctica inusitada de la poesía. Cada vez hay más poetas en todos lados y ya casi se pierde en el relativismo el ejercicio poético. ¿Crees que no se puede decir a nadie que no es poeta o consideras necesario establecer un rasero, un parámetro?

Yo trato de enfocarme más en las ventajas que en las desventajas que esto pueda traer. He conocido poetas extraordinarios gracias a su difusión por internet que quizás de otro modo no hubiese conocido. Sí creo que es recomendable que haya un filtro para que la propuesta final llegue respaldada por cierto rigor, pero también uno mismo es responsable de elegir lo que lee. El tiempo es el único encargado de concederle a la poesía su verdadero lugar, que no puede ser otro que el que ella merece, de lo contrario no sería poesía.

-¿Cuánto tiempo dedicas a la escritura y a la lectura? ¿Los practicas diariamente o te sometes a los dictados de la inspiración?

Leo todos los días, el tiempo varía según las otras ocupaciones pero no me voy a dormir sin haber leído al menos un par de páginas del libro o de los libros en turno. Con la escritura es diferente, no hay un patrón o un orden. No me siento a escribir todos los días propiamente, dejo que sea la necesidad de hacerlo lo que me saque de las otras actividades, pero siempre estoy tomando notas de ideas, frases, referencias, y todo eso es parte del proceso de gestación del poema.

-Explícanos algunos detalles sobre tu proceso creativo. ¿Escribes a mano o de frente en computadora? ¿Cómo surgen los poemas en ti, empiezan con el primer verso, con una imagen, un tema específico?

Escribo primero a mano y luego de un determinado número de textos y sus versiones los paso en limpio a la computadora. Allí veo con más claridad lo que necesito cambiar o eliminar definitivamente. No espero por la inspiración o la idea que se tiene de ella para escribir, pero sí hay momentos de predisposición que lo facilitan. A veces todo comienza con una palabra o verso que se vuelve recurrente y necesito tomar el celular y anotarlo si no tengo papel y lápiz a mano. Otras es como un despertar, una idea o inquietud que se manifiesta después de haber presenciado una imagen de la vida real o de una puesta cinematográfica. El mundo sonoro, el contacto directo con el entorno y la naturaleza pueden ser de igual modo la chispa que genere el poema. El vehículo que la poesía usa para llegar varía según su capricho. Por eso el instinto, el estado siempre alerta de los sentidos a la percepción.

-Si quieres puedes compartir un poema inédito.

Inauguro

el silencio del silencio

la hondura

donde apenas doy pie

y me dejo llevar

por la ondulación del pensamiento.

No hay bordes ni fondo

solo la mano extendida del insomne

el espacio

donde me reconcilio con el ser

que deshabita las costumbres.

Hay ruidos inconscientes

una gota de agua

que se arroja del grifo

y es una catarata

un derrumbe

un repudio

una cuerda muy fina

por la que escapa el mundo.