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María Auxiliadora Álvarez: “La poesía como la filosofía es una vía de conocimiento. Conocer es una manera de (re)ordenar, de cuya (genuina) emoción se hace parte.”
06.06.2020
CICLO DE ENTREVISTAS "CUARENTENA POÉTICA"
Por Víctor Coral.
Mi descubrimiento de la poesía sucedió en la biblioteca de mi padre cuando yo tenía alrededor de 9 años. Fue con un libro titulado Barco de Piedra. Esta imagen me hizo cavilar durante varias noches (me angustiaba pensar que ese barco se estaba hundiendo y a nadie parecía importarle), hasta que de pronto la gran piedra flotó en mi mente en un momento inesperado, y se mantuvo a ras del agua con toda su enorme y gris dignidad. Así entré yo, sin darme cuenta, en el mundo de las metáforas, donde encontré un hogar. Con cada poema, sin embargo, padezco desde entonces la misma abrumadora tensión, a la espera de la piedra flotando en el horizonte.
-Cómo fue el proceso de escritura de tu primer libro. Publicaste poemas en revistas previamente, cómo lo financiaste.
Empecé a escribir poesía a los doce años y en portugués porque vivíamos en Brasil, donde mi padre era cónsul. Pero mi primer libro de poesía salió publicado cuando yo tenía veintiún años, en Suriname, Paramaribo, donde se hablaba holandés (oficialmente), pero el libro se publicó en español y fue financiado por el Centro Cultural Surinamés-Venezolano Andrés Bello. Vivíamos allí por las mismas razones del trabajo de mi padre. La editora del libro escogió mayormente poemas cuyos temas se relacionaban con Venezuela y la nostalgia del país. Pero otros poemas, sobre otros temas, habían sido publicados en periódicos de Colombia, donde también había vivido antes.
¿Qué opinas de los concursos de poesía? ¿Participas de ellos? ¿Crees que es esencial para hacer lo que llaman una "carrera poética"?
Pienso que los concursos y los talleres pueden funcionar como una forma de apoyo e incentivo para los jóvenes. Cuando yo tenía 17 años y vivía en Cali, Colombia, gané un premio de poesía auspiciado por el Concejo Municipal. En ese momento sentí el premio como una evaluación positiva. Hasta entonces únicamente había compartido lo que escribía con mi padre, un poeta profundo y refinado que prestaba atención a mis borradores. Pero el juicio ajeno del concurso me dio otra fe. Rene Char decía que los poetas son los navegantes de los mares helados, y yo (sin mi padre) hubiera imaginado el frío de ese primer mar en silencio y soledad. Mi padre murió, pero me dejó el regalo de la poesía como una forma de oración interior que nunca me ha abandonado.
¿Qué opinas de las opciones poéticas metaescriturales, digamos poesía sonora, poesía visual, etc?
Encuentro fascinante la variedad de recursos tecnológicos al alcance de todos y las infinitas posibilidades de relación entre los diferentes tipos de arte. En Estados Unidos se produce mucha poesía experimental (sonora, visual, de participación o de instalación) y yo atiendo estas vertientes con muchísimo interés.
Internet ha propiciado o, por lo menos, ha revelado una difusión y práctica inusitada de la poesía. Cada vez hay más poetas en todos lados y ya casi se pierde en el relativismo el ejercicio poético. ¿Crees que no se puede decir a nadie que no es poeta o consideras necesario establecer un rasero, un parámetro?
La poesía como la filosofía es una vía de conocimiento. Conocer es una manera de (re)ordenar, de cuya (genuina) emoción se hace parte. Y aunque hay personas que ya nacen con esta habilidad naturalmente incorporada, como Vallejo: "Dése esa emoción seca, natural, pura [...] y no importan los menesteres de estilo, manera, procedimiento", creo que la mayoría de las demás personas aprendemos a cultivar la forma cuando aspiramos a construir un objeto de arte.
¿Cuánto tiempo dedicas a la escritura y a la lectura? ¿Los practicas diariamente o te sometes a los dictados de la inspiración?
Leo mucho todos los días. Escribo poesía de manera regular pero no siempre con la misma intensidad. Escribo ensayos para mirar el mundo con otros ojos.
Explícanos algunos detalles sobre tu proceso creativo. ¿Escribes a mano o de frente en computadora? ¿Cómo surgen los poemas en ti, empiezan con el primer verso, con una imagen, un tema específico?
El poema es la válvula que regula la acumulación de energía mental y emocional. Escribo a mano, guardo el manuscrito y luego de algún tiempo (que pueden ser años) lo reviso. El tiempo es mi balanza y mi rasero.
Si quieres puedes compartir un poema inédito.
Comparto un poema que escribí en 2019, pero que parece que hubiera sido producto del confinamiento del 2020 durante la pandemia del COVID-19. Muchos de mis poemas han sido permeados por (pre)sentimientos de hechos y experiencias que vendrían a suceder posteriormente. A veces tengo miedo de escribir. Pero también de leer. Aún recuerdo la hermosa tarde que respiraba salud en forma de eternidad, cuando un fragmento de Las elegías de Duino de Rilke me hizo saber que mi padre moriría en breve: "Sí, es verdad, las primaveras te necesitaban. Algunas estrellas esperaban, que aunque no tuvieras fuerzas, las miraras". La precisión de esa metáfora midió verticalmente el futuro derrotero de mi vida, como lo había hecho antes el Barco de piedra en sentido horizontal. Así parece que las sutiles vertientes de las antelaciones pueden rozar los alientos de este mundo y del otro, sin que nos demos cuenta o dándonosla.
Por Víctor Coral.
-Muchos poetas suelen tener una imagen poética primera. Algo así como el primer recuerdo relacionado con la poesía, un escenario poético, una visión... De tenerla, ¿cuál es la tuya?
Mi descubrimiento de la poesía sucedió en la biblioteca de mi padre cuando yo tenía alrededor de 9 años. Fue con un libro titulado Barco de Piedra. Esta imagen me hizo cavilar durante varias noches (me angustiaba pensar que ese barco se estaba hundiendo y a nadie parecía importarle), hasta que de pronto la gran piedra flotó en mi mente en un momento inesperado, y se mantuvo a ras del agua con toda su enorme y gris dignidad. Así entré yo, sin darme cuenta, en el mundo de las metáforas, donde encontré un hogar. Con cada poema, sin embargo, padezco desde entonces la misma abrumadora tensión, a la espera de la piedra flotando en el horizonte.
-Cómo fue el proceso de escritura de tu primer libro. Publicaste poemas en revistas previamente, cómo lo financiaste.
Empecé a escribir poesía a los doce años y en portugués porque vivíamos en Brasil, donde mi padre era cónsul. Pero mi primer libro de poesía salió publicado cuando yo tenía veintiún años, en Suriname, Paramaribo, donde se hablaba holandés (oficialmente), pero el libro se publicó en español y fue financiado por el Centro Cultural Surinamés-Venezolano Andrés Bello. Vivíamos allí por las mismas razones del trabajo de mi padre. La editora del libro escogió mayormente poemas cuyos temas se relacionaban con Venezuela y la nostalgia del país. Pero otros poemas, sobre otros temas, habían sido publicados en periódicos de Colombia, donde también había vivido antes.
¿Qué opinas de los concursos de poesía? ¿Participas de ellos? ¿Crees que es esencial para hacer lo que llaman una "carrera poética"?
Pienso que los concursos y los talleres pueden funcionar como una forma de apoyo e incentivo para los jóvenes. Cuando yo tenía 17 años y vivía en Cali, Colombia, gané un premio de poesía auspiciado por el Concejo Municipal. En ese momento sentí el premio como una evaluación positiva. Hasta entonces únicamente había compartido lo que escribía con mi padre, un poeta profundo y refinado que prestaba atención a mis borradores. Pero el juicio ajeno del concurso me dio otra fe. Rene Char decía que los poetas son los navegantes de los mares helados, y yo (sin mi padre) hubiera imaginado el frío de ese primer mar en silencio y soledad. Mi padre murió, pero me dejó el regalo de la poesía como una forma de oración interior que nunca me ha abandonado.
-En términos generales, desde la segunda mitad del siglo veinte la gran influencia de la poesía latinoamericana se desplazó de la poesía española hacia los clásicos del idioma inglés (Eliot, Pound, otros). ¿Cuáles crees que son las influencias actuales?
Creo que hay influencias muy variadas cruzando los tiempos, las culturas y las lenguas, y modificándose infinitamente en razón de las dinámicas vitales, las afinidades y los temperamentos. José Ángel Valente condensó el reducto funcional de las influencias en una sola frase: "El solvente paga su deuda". Yo creo que la voz propia es tan orgánica e intransferible como una huella digital. Pero a la vez toda producción poética (trans)porta aires nuevos y antiguos de muy fina interrelación que, sobre todo en la actualidad cibernética, remiten a múltiples imaginarios en constante cambio y movimiento.-Cuáles son para ti los poetas vivos más importantes de tu país y por qué?
Tiempo y espacio son nociones muy relativas en estos temas y no estoy segura de que se puedan aplicar de manera muy localizada o muy puntual. Un poeta esencial cruzará las frágiles latitudes de la vida o de la muerte con naturalidad, como Hanni Ossott, Juan Sánchez Peláez o Eugenio Montejo. El mayor poeta vivo de Venezuela en este momento es Rafael Cadenas, muy merecidamente reconocido fuera del país. Vivo en EE. UU. hace 25 años con mi familia, pero constantemente estoy escuchando poderosas voces de la poesía venezolana dándose a conocer en el exterior y esto me alegra mucho. La lista de los poetas venezolanos que admiro y respeto es interminable.¿Qué opinas de las opciones poéticas metaescriturales, digamos poesía sonora, poesía visual, etc?
Encuentro fascinante la variedad de recursos tecnológicos al alcance de todos y las infinitas posibilidades de relación entre los diferentes tipos de arte. En Estados Unidos se produce mucha poesía experimental (sonora, visual, de participación o de instalación) y yo atiendo estas vertientes con muchísimo interés.
-En tu opinión cuál es la relación entre el poeta y el ejercicio de la crítica literaria. ¿Crees que la mirada crítica es importante para el poeta de hoy?
Creo que la poesía es una forma de crítica. La crítica literaria se relaciona con la poesía a través de la pasión, pero su carácter discursivo la acerca más a la narrativa. En mi caso personal, escribir ensayos enriquece mucho mi pensamiento y mi vida. También la docencia es una manera de compartir la lectura crítica de un texto.Internet ha propiciado o, por lo menos, ha revelado una difusión y práctica inusitada de la poesía. Cada vez hay más poetas en todos lados y ya casi se pierde en el relativismo el ejercicio poético. ¿Crees que no se puede decir a nadie que no es poeta o consideras necesario establecer un rasero, un parámetro?
La poesía como la filosofía es una vía de conocimiento. Conocer es una manera de (re)ordenar, de cuya (genuina) emoción se hace parte. Y aunque hay personas que ya nacen con esta habilidad naturalmente incorporada, como Vallejo: "Dése esa emoción seca, natural, pura [...] y no importan los menesteres de estilo, manera, procedimiento", creo que la mayoría de las demás personas aprendemos a cultivar la forma cuando aspiramos a construir un objeto de arte.
¿Cuánto tiempo dedicas a la escritura y a la lectura? ¿Los practicas diariamente o te sometes a los dictados de la inspiración?
Leo mucho todos los días. Escribo poesía de manera regular pero no siempre con la misma intensidad. Escribo ensayos para mirar el mundo con otros ojos.
Explícanos algunos detalles sobre tu proceso creativo. ¿Escribes a mano o de frente en computadora? ¿Cómo surgen los poemas en ti, empiezan con el primer verso, con una imagen, un tema específico?
El poema es la válvula que regula la acumulación de energía mental y emocional. Escribo a mano, guardo el manuscrito y luego de algún tiempo (que pueden ser años) lo reviso. El tiempo es mi balanza y mi rasero.
Si quieres puedes compartir un poema inédito.
Comparto un poema que escribí en 2019, pero que parece que hubiera sido producto del confinamiento del 2020 durante la pandemia del COVID-19. Muchos de mis poemas han sido permeados por (pre)sentimientos de hechos y experiencias que vendrían a suceder posteriormente. A veces tengo miedo de escribir. Pero también de leer. Aún recuerdo la hermosa tarde que respiraba salud en forma de eternidad, cuando un fragmento de Las elegías de Duino de Rilke me hizo saber que mi padre moriría en breve: "Sí, es verdad, las primaveras te necesitaban. Algunas estrellas esperaban, que aunque no tuvieras fuerzas, las miraras". La precisión de esa metáfora midió verticalmente el futuro derrotero de mi vida, como lo había hecho antes el Barco de piedra en sentido horizontal. Así parece que las sutiles vertientes de las antelaciones pueden rozar los alientos de este mundo y del otro, sin que nos demos cuenta o dándonosla.
la quilla encallada
escribo para los muertos
en un barco varado en el desierto
(no pronunciaré estas palabras
ni las guardaré por escrito)
Es de noche
y la arena fría rodea la quilla encallada
yo escribo para este
y otros mausoleos
porque lo que está detenido
ya ha alcanzado su destino