NILTON SANTIAGO: “Desconfío de los que quieren comercializar con la poesía o venderla como churros. No creo que la poesía se sienta cómoda en los supermercados ni con el aplauso fácil del público.”

CICLO DE ENTREVISTAS "CUARENTENA POÉTICA"

Por Víctor Coral.

-Muchos poetas suelen tener una imagen poética primera. Algo así como el primer recuerdo relacionado con la poesía, un escenario poético, una visión... ¿de tenerla, cuál es la tuya?

En mi caso fue más bien una mágica revelación: la lectura de un poema de José María Eguren. Tendría 9 o 10 años y encontré uno de sus libros en la vieja biblioteca de mi abuelo. No entendí nada de lo que leí, claro está, pero para mi la poesía supuso -en ese entonces- abrir una puerta hacia otra realidad, quizás más cercana y más verdadera.

-Cómo fue el proceso de escritura de tu primer libro. Publicaste poemas en revistas previamente, cómo lo financiaste.

Mi primer poemario, El libro de los espejos, se publicó gracias al Premio Copé de Poesía del año 2003, a quienes agradezco infinitamente. Ya había dejado el Perú, así que no pude estar en la presentación. Antes había sacado un par de plaquetas con un tiraje ultralimitado de 2 o 3 ejemplares. Pero para serte sincero, me cuesta mucho estar al tanto de lo último que he escrito, así que imagínate de lo primero que escribí.

-¿Qué opinas de los concursos de poesía? ¿Participas de ellos? ¿Crees que es esencial para hacer lo que llaman una "carrera poética"?

Los premios son una maravillosa sorpresa, pero no para el poeta, que suele borrarse para ver, sino para la misma poesía, porque la visibiliza. Muchísimos poetas han podido seguir escribiendo gracias a ellos y sus libros han llegado a nuestras manos precisamente por los premios.

Por otro lado, estoy convencido de que la poesía arroja los trofeos y las medallas a la papelera porque, precisamente, lo que hace es revelarnos lo que nos humaniza: la poesía llega para desobedecer, para mantenernos bien despiertos y evitar que nos siga consumiendo el mercado de la vida, donde los trofeos sí que valen porque son lo único que cuenta para los otros.

¿Carreras poéticas? Los poetas no tienen carrera, eso es más bien para los futbolistas.

-En términos generales, desde la segunda mitad del siglo veinte la gran influencia de la poesía latinoamericana se desplazó de la poesía española hacia los clásicos del idioma inglés (Eliot, Pound, otros). ¿Cuáles crees que son las influencias actuales?

Me declaro un cavernícola de las teorías literarias poéticas, no las conozco y, la verdad, tampoco estoy al tanto. Sin embargo, creo que los grandes temas de la poesía siempre han sido los mismos: la muerte, el amor, el misterio de la vida y de sus etcéteras.

-Cuáles son los poetas vivos más importantes de tu país y por qué?

No creo en los "rankings" ni en las listas, para mí no hay poetas importantes o menos importantes. Hay propuestas que me interesan más (ahora) y otras que menos. Quizás los poetas que me interesan nos hacen ver lo invisible, se cuestionan, desvelan lo que nos quieren ocultar las rutinas y la sociedad de consumo o le dan voz a los que no tienen voz. De hecho, prefiero a la poesía que al poeta: para todo lo demás ya está Facebook.

-¿Qué opinas de las opciones poéticas metaescriturales, digamos poesía sonora, poesía visual, etc?

La belleza de lo que no tiene precio no elige sus opciones poéticas.

Todos los lenguajes poéticos que sean capaces de transmitir una emoción me interesan (cosa que, en mi opinión, no consigue alguien que se pasa una hora en un escenario diciendo cri-cri-cri-cri).

-En tu opinión cuál es la relación entre el poeta y el ejercicio de la crítica literaria. ¿Crees que la mirada crítica es importante para el poeta de hoy?

Es una pregunta compleja para alguien que se acaba de declarar un troglodita. Si la crítica es una medalla para colgártela en la solapa, creo que no sirve ¿no? Creo que eso que se llama crítica literaria cumpliría un rol importante si nos revelase aquello que no se ve o si nos descubriese al libro que pasa desapercibido. Sin embargo, las transnacionales editoriales y los amiguismos son difíciles de combatir.

-Internet ha propiciado o, por lo menos, ha revelado una difusión y práctica inusitada de la poesía. Cada vez hay más poetas en todos lados y ya casi se pierde en el relativismo el ejercicio poético. ¿Crees que no se puede decir a nadie que no es poeta o consideras necesario establecer un rasero, un parámetro?

No soy "naide" para ponerme el traje de "sheriff" y decir quién es poeta o quién no. Además, siempre he pensado: ¿quién les ha dado el carné de poeta a los que viven repartiendo carnés de poeta?

Eso sí, desconfío de los que quieren comercializar con la poesía o venderla como churros. No creo que la poesía se sienta cómoda en los supermercados ni con el aplauso fácil del público: creo que los que leemos poemas buscamos algo más allá de lo "obvio"; buscamos lo que restituye, lo que ilumina, lo que nos interpela. No quiero disparar con pólvora mojada, pero creo que la poesía pasa de los likes del Instagram.

-¿Cuánto tiempo dedicas a la escritura y a la lectura? ¿Los practicas diariamente o te sometes a los dictados de la inspiración?

En estas semanas de confinamiento me he dedicado más a cocinar, la verdad.

En cualquier caso, la poesía es mitad revelación y mitad misterio. Es todo lo que te puedo decir y creo que será casi imposible que algún amigo poeta te pueda explicar el milagro de la escritura. Simplemente sucede, como cualquier milagro.

-Si quieres puedes compartir un poema inédito.

Tendría que pasarte, más bien, alguna receta de cocina inédita. Sin embargo, prefiero compartir contigo estos "hipoemas" de un libro que, al parecer, seguirá siendo inédito:

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No por mucho madrugar verás a Dios en pijama.

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Hay ovejas sonámbulas que cuentan seres humanos para poder dormir.

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Hokusai compraba pájaros para liberarlos, yo compro libros.

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En el año 1962 hubo una epidemia de risa en Tanzania que duró un año.

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Una granja de hormigas: una monarquía socialista.

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Los ángeles son los burócratas del cielo.