Rosa Lentini: “El problema de muchos premios, y he participado en unos cuantos como jurado, es que se suele premiar más a un tipo de poeta con una obra correcta, que al poeta más original que tiene como meta apostar por su poesía.”

01.06.2020
CICLO DE ENTREVISTAS "CUARENTENA POÉTICA"
Por Víctor Coral.


 

-Muchos poetas suelen tener una imagen poética primera. Algo así como el primer recuerdo relacionado con la poesía, un escenario poético, una visión... De tenerla, ¿cuál es la tuya?


Te comento que de pequeña yo iba al Liceo Francés de Barcelona, allí teníamos una asignatura de "Recitation" y a mí me daban cada año el primer premio (que consistía siempre en un libro que animaba al premiado a seguir leyendo) porque era muy buena recitando las fábulas de La Fontaine, y por otro lado mi padre era médico pero también poeta, así que leí sus primeros poemas siendo muy niña, tristes e impactantes para mí, que no entendía su dolor, pero que sí lo captaba, y a los doce años ya escribí mi primer poema adulto dedicado a otra niña, paciente suya, que él no consiguió salvar, porque no pudo convencer a sus padres de que debían operarla.

-Cómo fue el proceso de escritura de tu primer libro. Publicaste poemas en revistas previamente, cómo lo financiaste.

Publiqué mis primeros poemas en revistas como Asimetría, Hora de Poesía y algunas otras, las primeras las editaba mi padre y en ellas participé activamente durante lustros como colaboradora, pero además formé parte del consejo editorial en la primera y fui codirectora junto a mi marido, el escritor colombiano Ricardo Cano Gaviria en la segunda. Como en Hora de Poesía estaba rodeada de un comité de redacción con poetas consolidados como Ángel Crespo, Carlos Sahagún, Ana María Moix, Luis Izquierdo, Marta Pessarrodona o José Luis Giménez-Frontín, entre muchos otros, me sentía intimidada, yo acababa de acceder a la Universidad, así que esperé a publicar, edité mi primer libro en la editorial Pamiela de Pamplona, en 1994, sin financiarlo, a la edad tardía de 37 años.

-¿Qué opinas de los concursos de poesía? ¿Participas de ellos? ¿Crees que es esencial para hacer lo que llaman una "carrera poética"?

El problema de muchos premios, y he participado en unos cuantos como jurado, es que se suele premiar más a un tipo de poeta con una obra correcta, que al poeta más original que tiene como meta apostar por su poesía y por su crecimiento personal, y no por ganar premios. La originalidad y la novedad asustan por lo común al jurado. Por mi parte solo he participado en una ocasión, siendo muy joven, y porque me lo sugirió un amigo. Y aunque es indudable que los premios ayudan, si no no serían tan codiciados, es posible tener reconocimiento sin ellos, al menos en una etapa avanzada, cuando se vuelven honoríficos, en reconocimiento de toda una carrera y obra poética. Si bien, todo hay que decirlo, sin los premios cabe esforzarse más, ser más activo, pero sobre todo tener la sólida convicción de que lo que escribes es válido.

En términos generales, desde la segunda mitad del siglo veinte la gran influencia de la poesía latinoamericana se desplazó de la poesía española hacia los clásicos del idioma inglés (Eliot, Pound, otros). ¿Cuáles crees que son las influencias actuales?

Creo que el mundo está más conectado que nunca, aunque si bien es cierto que esa excesiva conexión provoca influencias muy variables, y no se sabe, como ocurre en las redes sociales, qué poetas son los imprescindibles y de qué poetas se puede prescindir, y muy en concreto es confuso para los más jóvenes, que están iniciando su formación. Pero quisiera destacar la influencia y la novedad de la poesía escrita por mujeres, especialmente la de las poetas norteamericanas que eclosionaron a partir de los años 50 del siglo pasado, voces muy sólidas, de larga trayectoria, que abrieron un panorama nuevo, tanto porque el país, al ser un territorio extenso, contiene gran variedad -y calidad- de ellas , como por la tradición que en lengua inglesa es muy sugerente desde sus inicios, pensemos en una poeta como Emily Dickinson, cuyos versos siguen siendo enigmáticos por ejemplo, o en autoras de una excepcional categoría como Elizabeth Bishop, que trabajaba los poemas durante años. Trato siempre de estar muy atenta a todas las voces poéticas de mujeres provenientes de ese país, y de todo el continente, sin olvidar en absoluto la gran tradición centroeuropea, así como la incorporación de diversidades lingüísticas de otros continentes, como África o Asia, hasta ahora menos influyentes. Tenemos que tener en cuenta que nos estamos convirtiendo en una aldea global y todo es más accesible, en buena parte gracias al extraordinario trabajo de los buenos traductores de poesía y de los editores que dan a conocer sus traducciones.

Cuáles son para ti los poetas vivos más importantes de tu país y por qué?

El premio Cervantes Antonio Gamoneda siempre es un referente para mí, lo es desde Descripción de la mentira, así como son siempre sugerentes sus reflexiones críticas, también como crítico y poeta destacaría a Miguel Casado, una de las mentes más atentas al panorama español, pero, y puede que esto sea una debilidad, también en mi país me inclino por la poesía escrita por mujeres; cuanto mayor eres más atención pones a lo que te interesa particularmente, porque tienes menos tiempo, así que solo por poner un nombre de cada generación, citaría a la nonagenaria Julia Uceda, a Olvido García Valdés de la generación intermedia, y algo más joven, a Esther Ramón, de quien publicamos en nuestra editorial, ediciones Igitur, que también dirijo junto a mi marido, su primer poemario, Tundra, pero también hay muchas otras poetas a destacar como son Chantal Maillard, Dionisia García, Luz Pichel, Concha García, Teresa Shaw... y solo son algunas de las que me son más próximas.

-¿Qué opinas de las opciones poéticas metaescriturales, digamos poesía sonora, poesía visual, etc?

Desde que Joan Brossa relacionó ingeniosamente la palabra con la imagen, nos abrió un mundo nuevo, por otra parte esa relación entre espacio vacío y palabra en la página fue llevada a cabo, no sé si por primera vez, por Pierre Reverdy, que era tipógrafo, y por Guillaume Apollinaire, que se le adelantó, poetas que he traducido, una verdadera mina desarrollada entonces por las vanguardias poéticas. Aunque yo no la practique al nivel de Brossa, sí tengo muy en cuenta el espaciado relacionado con la respiración, por otra parte la relación entre espacio, palabra y objeto, a base este último de ser impreso en forma de pintura, madera o de cualquier otro material, resulta muy atractivo a nivel visual, lo es para el poeta de quien se dice que destaca por su capacidad para ver y relacionar lo que ningún otro consigue.

-En tu opinión cuál es la relación entre el poeta y el ejercicio de la crítica literaria. ¿Crees que la mirada crítica es importante para el poeta de hoy?

Creo que cualquier poeta debería preguntarse en algún momento desde dónde escribe, esto es, desde qué tradición, momento histórico, país, género etc., y para ello la crítica y el ensayo literario ayudan a descubrirlo. Adrienne Rich confesó que ya desde joven escribía buenos poemas, y sin embargo necesitó media vida para entender que era una poeta que escribía desde la postura de una mujer de mediana edad, que además era de raza blanca y que vivía en el país más poderoso de la tierra. Desde entonces su poesía se impregnó de una intención y de una claridad nuevas, que no quiere decir en absoluto de un aleccionamiento, dejémoslo claro. Esta confesión te lleva a reflexionar como poeta, a acudir a la crítica y al ensayo literario para entender los motivos por los que escribes, y la forma en la que lo haces. 

Internet ha propiciado o, por lo menos, ha revelado una difusión y práctica inusitada de la poesía. Cada vez hay más poetas en todos lados y ya casi se pierde en el relativismo el ejercicio poético. ¿Crees que no se puede decir a nadie que no es poeta o consideras necesario establecer un rasero, un parámetro?

Yo no me atrevería a decirle a nadie que no es poeta, si fuera profesora lo que haría sería orientar al alumno hacia las buenas lecturas y no hacia los versos fáciles, aunque es cierto que todos hemos leído de jóvenes versos facilones, aunque no tanto como los de ahora. Ocurre, como he dicho antes, que hay mucha información, nombres que se confunden y que quien más se hace oír es aquel que maneja mejor la publicidad digital, no el verso, y ello provoca una evidente falta de calidad en muchas ocasiones, y algunos jóvenes son muy activos en internet. Otros nos dedicamos a escribir un poema al mes, que si resulta medianamente bueno, ya podemos darnos por satisfechos.

¿Cuánto tiempo dedicas a la escritura y a la lectura? ¿Los practicas diariamente o te sometes a los dictados de la inspiración?

Trato de leer siempre a diario, aunque últimamente releo más que leo, y sin tanto tiempo disponible como quisiera, ni la suficiente vista descansada, algunos poemas los releo casi diseccionándolos, pero, he de confesar que en mi caso la lectura lenta y la relectura van en relación directamente proporcional con el interés. -Explícanos algunos detalles sobre tu proceso creativo. ¿


Escribes a mano o de frente en computadora? ¿Cómo surgen los poemas en ti, empiezan con el primer verso, con una imagen, un tema específico?

Yo trabajo en la cama, o más bien sobre la cama, desde hace muchos años por problemas de espalda. Escribo pero también corrijo mucho, las correcciones obviamente las hago al ordenador, en cuanto a las primeras versiones de un poema depende de si tengo encendido o no el aparato. Muchas veces, creo que a todos nos ocurre, pasa una idea por nuestra cabeza, o mejor, una serie de palabras musicalmente encadenadas, que a veces, casi como una exhalación, aparecen tras una lectura, una conversación, un documental televisado, un recuerdo, o simplemente al despertar de un sueño, y como encender el ordenador resultaría muy lento, tengo que escribirlo inmediatamente en papel, no vaya a ser que olvide lo que quería decir, y sobre todo el cómo decirlo que es el que abre la musicalidad del poema, y cuando digo musicalidad no me refiero a la rima... y lo hago a toda prisa para que no ocurra, como dice Ossip Maldelstam, que "un pensamiento incorpóreo regrese al reino de las sombras".


EL TRIBUTO 


Puede que las oscuras amazonas postradas ante dioses festonaran la costa de cuerpos de barro en la noche, las lanzas en el ristre a la espera de órdenes
O que tú no volvieras indemne de la selva, el mundo sellándose en una playa irreconocible,dorada y glaseada por el sol
O puede que el destino le ofreciera tus pechos al dios caimán de ojos gualdos que al emerger del ríoavistara la carne y la arrastrara a su guarida
Porque solo al dejar algo esencial las fantasías del amor y de la vidavulnerable, liberan una nueva duración
Es como el capricho del polen sin flor, pero elevándose todavía como producto de la tierramás de lo que reconoces morir en este momento, como si ese momento que antes se clavaba cediera su paso,desalojándose, menos flamante, caracol o babosa la lentitud de un lori en el gesto
...para que algo subyacente en todas nosotras, algo no real convertido en verdad,trasladara el escalofrío de la entrega a otro plano y nos llevara a movernos como buitres
En el horizonte las travesías de los barcos ignoran nuestra tierra prometida ... pasan de largo dice una de nosotras
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